A la llegada, recepción en el aeropuerto para el traslado al hotel. Resto del tiempo libre.

La ciudad de Marrakech es un vergel de amplias avenidas flanqueadas de naranjos, palmeras y jacarandas, y es también lugar de zocos, de sombreadas callejuelas, de té con hierbabuena y de hombres de mirada intensa que pueden ser narradores de historias, músicos, bailarines, escritores públicos, echadores de la buenaventura, vendedores de pociones, curanderos, boticarios, o simplemente habitantes de esta maravillosa ciudad. Erigida a los pies del Atlas, esta ciudad es conocida como la perla roja del sur. Aún conserva sus murallas de color rojizo, salpicadas de hermosas puertas como Bab El Jemis, la Puerta del Jueves, etc. Destaca la Mezquita Kotubia de estilo almohade, con un majestuoso minarete de 77 metros de altura. Cuenta también con majestuosos palacios cimentados sobre jardines perfumados, como el Palacio El Badi, cuya construcción fue ordenada por Ahmed al Mansur tras su victoria en la batalla de los tres reyes, y del que actualmente sólo quedan en pie las murallas de tierra. Uno de los mayores atractivos de la ciudad es pasear por los zocos que comienzan en la Plaza de Djamma El Fna, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la cual se llena de vida al atardecer, cuando los habitantes se animan al son de grupos musicales, admirando a los encantadores de serpientes. Son también de interés Gueliz (la ciudad nueva), la Menara (parque de cien hectáreas en cuyo centro se encuentra un inmenso estanque del siglo XII), y el Palmeral, con sus más de 10.000 hectáreas de palmeras, naranjos, olivos y manzanos.

Desayuno e inicio de nuestro viaje hacia el sur, atravesando el Gran Atlas por el puerto de Tizi-N-Tichka, a 2.260 metros de altitud. Nos acompañan unos paisajes espectaculares con pequeñas aldeas de adobe confundidas con el color de la tierra. Continuamos descendiendo por la vertiente sur del Alto Atlas para llegar al Valle de Ounila, el valle del contraste entre el verde de los huertos a lo largo de río y los variados colores de la tierra alrededor. A la salida del cañón encontramos un complejo de barro y piedra rodeado por una muralla con monumentales puertas, escenario de numerosas películas como Lawrence de Arabia, la Joya de Nilo, la Momia, Gladiator, Troya, Té en el Sahara... es la famosa kasba de Aït Ben Haddou, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. Después de la visita y de un paseo en sus callejuelas continuamos hasta Ouarzazate.

Desayuno y continuación de nuestra ruta en dirección sur. A la salida de Ouarzazate tomaremos la carretera que conduce a la ciudad de Agdz, atravesando el puerto de Tizi N´Tinifift, una sucesión de escarpados montes de roca negra y gris de una belleza inusual desde los que podremos contemplar una incomparable panorámica del Valle del Draa. Dejaremos atrás Agdz para continuar nuestro camino, ya en paralelo al majestuoso palmeral del Valle del Draa, el más grande de África, con más de 150 kilómetros de longitud y lleno de kasba, aldeas y huertos. En este punto dejaremos momentáneamente la carretera para coger una pista que nos introducirá en el corazón del palmeral para poder ser testigos de lo que realmente es y significa. Tras el recorrido retomaremos la carretera que nos llevará a la mítica Zagora, punto de llegada de las caravanas provenientes de la no menos mítica Tombuctú. Continuamos el viaje en busca de las dunas, siempre en paralelo al palmeral. Poco antes de llegar a la población de Oulad Driss nos desviaremos, ya fuera de la carretera, para ir por una pista en busca de las Dunas de Lihoudi y de Oued Naam, donde nos detendremos para poder vivir una experiencia inolvidable.

Después de aprovechar el amanecer encima de las dunas y tras un desayuno muy rico, salimos por Oued Naam atravesando un campo de dunas hasta llegar a M´Hamid, para regresar por carretera a Zagora. Dejamos el Valle de Dra para entrar a un paisaje árido con espacios grandes, por el palmeral de Tazzarin, hasta llegar al pueblo de Nkob, donde nos alojaremos en una de las bonitas kasbas del sur.

Desayuno. Hoy dejaremos atrás el palmeral de Nkob y atravesamos el impresionante macizo montañoso del Djebel Saghro, conocido como el “desierto de piedra”, una rocosa cadena de montañas que nos ofrecerá unos paisajes inigualables con unos impresionantes monolitos de piedra. Continuamos travesando una meseta entre los dos Atlas, para llegar a las gargantas de Todra, con su gran palmeral, y el Valle de Dades, con su contraste de colores.

Despues del desayuno salimos del Valle de Dades y llegamos a Boutaghrar que forma parte del Valle de las Rosas. Acercándonos a las montañas del Alto Atlas Central y al pueblo de Almdoun dejamos la carretera asfaltada por una pista serpenteante de un puerto a otro hasta el Tizi n Ait Imi con unos 2905m de altura, desde allí unas impresionante vistas sobre el pico de Mgoun (4068m), unos valles amplios donde habitan los nómadas de Ait Atta en verano sin olvidar el más famoso y bonito Aït Bouguemez (conocido como el Valle Feliz) que guarda la historia muy antigua sobre la vida de la zona (las huellas de dinosaurios con 185 millón años) en el pueblo de Ibaqalliwn.

Después del desayuno, partiremos de Azilal, la capital del Alto Atlas Central, hacia nuestra próxima parada, las cascadas de Ouzoud, uno de los lugares más singulares de Marruecos. Situadas en la intersección del Alto Atlas Central y el Medio Atlas, estas cascadas son un espectáculo. Un salto de agua de 100 metros, que caen en una hondonada de rocas de travertino, rodeadas de exuberante vegetación y la constante presencia de un arco iris casi permanente.

En la cima de la cascada, encontramos una docena de antiguos molinos que aún están en funcionamiento, aprovechando el flujo de agua para su actividad. Es un vestigio de la tradición y la historia que se entrelazan en este entorno natural.

A medida que el día avanza hacia el crepúsculo, podremos observar la vida salvaje que habita en los alrededores. Familias enteras de monos, incluyendo macacos y babuinos, alborotan en los algarrobos y olivos, añadiendo un toque de vitalidad a este tranquilo escenario.

Continuamos nuestro viaje hacia Marrakech.Alojamiento

Desayuno. Si los horarios de salida de nuestros vuelos nos lo permiten disfrutaremos de un día libre en Marrakech, conocida como "La Perla del Sur". Podremos visitar el palacio de la Bahía, el museo de Dar Si Saïd y la Medersa Ben Youssef, además de explorar la famosa Medina y las Tumbas Saadianas. La plaza Jamaa El Fna es el corazón vibrante de la ciudad, donde convergen personas de todas partes para disfrutar de un espectáculo único.

A la hora prevista traslado al aeropuerto y fin de nuestros servicios.